Qué le pasa a la salud en los Estados Unidos?
Publicado el sábado 03 de mayo del 2008
El desplome de la economía repercute en la Salud Pública
REED ABELSON y MILT FREUDENHEIM
The New York Times
La desaceleración de la economía ha hecho aumentar el número de personas sin seguro médico. Pero ahora también amenaza a millones que tienen seguro médico pero con cobertura muy limitada o que no pueden darse el lujo de pagar su porción de los gastos médicos.
Incluso muchos de los 158 millones de personas con seguro médico de sus trabajos se esfuerzan por cubrir costos médicos que ahora son mucho más elevados que antes, con frecuencia debido a una combinación de primas más altas, menos cobertura y mayores deducibles y copagos.
Con este aumento es posible que la cobertura de muchos no los proteja adecuadamente de las consecuencias financieras de una visita a la sala de emergencias o a una operación de importancia. Para algunos, incluso las visitas médicas de rutina ahora pueden ser de importancia secundaria después de ciertos gastos básicos como la comida y la gasolina.
El peor problema lo tienen los que no tienen seguro, un grupo que se calcula que pronto supere los 48 millones, pero los que tienen seguro dicen que también son afectados.
"Cada vez afecta más los ingresos de la gente'', dice James Corbin, ex funcionario sindical que trabaja para la compañía local de electricidad de Tucson, Arizona.
Corbin dice que con el plan de seguro médico de su compañía, él y sus compañeros ahora tienen que pagar hasta $4,000 anuales por el núcleo familiar, además de los $1600 al año que pagan en primas. Hace cinco años no pagaban primas y sólo eran responsables de unos $2,000 de la cuenta médica de sus familias.
"Es un aumento excesivo'', dice Corbin. "Equivale a un mes de sueldo''.
Muchos médicos afirman que los problemas económicos hacen que algunas personas con seguro lo piensen dos veces antes de ir al médico porque la visita les cuesta $50. Los padres "esperan más para llevar a los hijos al médico'', dice Richard Lander, pediatra de Livingston, New Jersey.
Desde el 2001 el costo promedio de una prima anual de seguro médico para un empleado y su familia casi se ha duplicado, de $1,800 a $3,300, mientras que los ingresos no han aumentado al mismo ritmo. Si se incluyen otros gastos del paciente y la porción de los ingresos de la familia promedio que se dedica a la atención médica ha aumentado alrededor de 12 por ciento, según la consultora Deloitte, y se acerca a una quinta parte.
En una encuesta reciente del centro de estudios de salud de Deloitte, sólo 7 por ciento de los entrevistados dijo que se consideraban preparados financieramente para sus necesidades médicas a futuro.
"Ha habido un gran cambio en la carga financiera de los que están verdaderamente enfermos'', dice Paul B. Ginsburg, presidente del Centro para el Estudio de Cambios en el Sistema de Salud, una agrupación de estudios de Washington.
Según Helen Darling, presidenta del National Business Group on Health, una asociación de unas 200 compañías grandes con sede en Washington, las compañías y los políticos todavía no se han enfocado en lo que la tambaleante economía significa para la atención médica de los empleados.
"Es una situación difícil cuando un individuo o una familia tiene que pagar de su bolsillo tres, cuatro o cinco veces la cantidad que pagaban por su plan médico durante la última recesión'', dijo. "La gente ahora tienen que gastar sus aumentos de sueldo en el sistema médico''.
Sage Holben, una técnica bibliotecaria de 62 años que es diabética y está activa en su sindicato local de St. Paul, Minnesota, dice que en el 2003 los miembros de sindicatos accedieron a que les congelaran el sueldo durante dos años para proteger su cobertura médica. Pero dice que al sindicato, que iniciará negociaciones sobre el próximo contrato en el otoño, posiblemente se le hará difícil continuar aceptando ese plan. "Estamos perdiendo de todos modos'', afirma.
"Yo vivo de pago en pago'', dice Holben, que gana casi $40,000 al año en la Universidad Metropolitan State.
Según Holben, cuando aceptó el trabajo en 1999, su seguro médico no requería copagos por las visitas médicas. Ahora su copago por cada visita es $25, más $38 al mes por su medicamento para la diabetes. No ha ido a un oculista en dos años, aunque un examen óptico periódico es esencial para los diabéticos, y sabe que necesita lentes nuevos. Y tampoco se mide la glucosa con tanta regularidad como debería debido al costo de los insumos.
"No es que se trate de un gasto enorme'', dice ella. "Pero es un gasto más''.
Muchas compañías admiten que sus empleados están pasando trabajo aunque les siguen pidiendo que costeen cada vez más sus gastos médicos.
"Nos dificulta el trabajo'', dice Anne Silverman, vicepresidenta a cargo de beneficios en la editorial Reed Elsevier en Norteamérica. "Los empleados tienen que estirar el sueldo cada vez más''.
Pero hay muchas compañías que no tienen otra opción que pedir a los empleados que cubran más de sus gastos médicos, dice Ted Nussbaum, asesor de beneficios de Watson Wyatt Worlwide.
Aunque Nussbaum y otros asesores dicen que no es probable que pronto muchas empresas dejen de ofrecer seguro médico, la debilidad de la economía podría hacer que empiecen a optar por los llamados planes de consumidor, que tienden a compensar primas más bajas con deducibles más altos.
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