Niños sin sueños
Por: Roberto del Valle Menéndez
En Cuba todos los niños tienen garantizado sus sueños. Mi Yadier Alejandro, con sus 10 años, no quiere ser periodista porque “eso es cosa de viejos”, pero sí científico, su colega Amalia pretender convertirse en una gran escritora y artista plástica, Yunito piensa ser médico, Anita, informática, mientras que Amelia y Amanda ven el mañana convertidas en maestras…Todos, desde muy pequeños, sin importar raza, sexo, situación económica y procedencia social juegan con el futuro.
José Martí (1853/1895),Héroe Nacional de Cuba y líder en la guerra por la liberación de España, y que escribió un magnífico libro infantil La Edad de Oro, llegó a decir que los niños son la esperanza del mundo. Fiel a ese postulado, Fidel Castro, Presidente el Consejo de Estado en Cuba, desde el propio 1959 en que se inicio la Revolución se ha preocupado, y ocupado, por convertir en realidad ese pensamiento martiano.
Otra es la situación en esos “oscuros rincones del mundo” como llama Bush, el presidente de los Estados Unidos, a esos pueblos y naciones que por sus riquezas o posiciones dignas se han convertido en punto de mira para intervenciones y ocupaciones militares como ya ha sucedido en Afganistán e Irak.
En naciones del Tercer Mundo, en particular en América Latina, cuyos gobiernos no han establecido estrategias para eliminar el hambre, la pobreza, el desempleo y la insalubridad, millones de niños han perdido la capacidad de soñar al quedar atrapados en la desesperanza y el desamor. Actualmente medio millón de niños son reclutados como soldados en unos 30 países, y de ellos unos 300 000 están en la primera línea de combate, esencialmente en África, Asia y América Latina.
Los países donde más presencia hay es en Sudán, Uganda, Congo, Siri Lanka, Filipinas, Indonesia, Irak, Israel, territorios palestinos, Colombia y Chechenia.En su sitio digital, la BBC.Mundo, de Londres, puntualizaba, en un reporte del 12 de junio de 2001, que en la ONU acababa de condenarse la existencia de niños- soldados y según el informe de este organismos se reclutan porque resultan "baratos y es fácil lavarles el cerebro para convertirlos en atrevidos guerreros".
Una información en la red de Prensa de los No Alineados, con fecha 28 de agosto de 2006, reconocía que en Colombia, según cifras conservadoras, existen entre 8 000 y 13 000 niños y niñas relacionadas con las diferentes partes en conflicto. Esta problemática también ha sido denunciada reiteradamente por la UNICEF.
La historia recoge como niños y niñas han estado vinculadas a campañas militares. Ya en la Europa Medieval se llegó a utilizar a los pequeños como escuderos en las batallas. Cuando en 1212 se produce la llamada Cruzada de los Niños, miles fueron reclutados y se les aseguraba que el poder divino les permitiría derrotar al enemigo.En este mundo civilizado y moderno es inhumano la utilización de niños como soldados lo que ha sido condenado por la ONU y Amnistía Internacional, institución que afirma que hasta con siete años cumplen tareas militares que van desde escudos humanos, limpiar campos de minas, acciones suicidas, misiones de inteligencia y combates.
Hoy se critica fuertemente al gobierno de Gran Bretaña porque permite legalmente la entrada al ejército de adolescentes de 16 años, los que al año siguiente ya pueden entrar en combate. Los Estados Unidos no escapa a esta censura pues ante la escasez de hombres en sus topas para las diferentes acciones de intervención, se ha propuesto reclutar anualmente hasta 10 000 jóvenes de 17 años, de los cuales ya se han enviado a Irak y Afganistán.
La repercusión ha llegado hasta el propio Vaticano. En el 2004, según un reporte del viernes 19 de noviembre, desde Roma, la ZENIT:org, dice: En su enérgica denuncia de las vejaciones que actualmente experimenta la infancia, Juan Pablo II incluyó en su Mensaje para la Cuaresma 2004 la situación de los menores "enrolados para combatir» al aludir a la situación de los niños «profundamente heridos por la violencia de los adultos". Pero no solo los niños-soldados tienen tronchados sus sueños, sus esperanzas.
Hay 14 millones, por diversas causas, que se encuentran en condiciones de refugiados, mientras que solo en América Latina hay 2 millones en el servicio doméstico. Según un reporte de la UNICEF debido a la crisis económica generada en Argentina 1,9 millones de pequeños menores de 14 años realizan las más diversas labores. En Bolivia, reconocida por su pobreza extrema, se conoce que existen unos 120 000 en trabajos mineros, incluso manipulando la dinamita.Otro fenómeno que afecta a la infancia es la globalizada prostitución. Según cálculos de instituciones internacionales hoy 100 millones de menores tiene la red de prostitución infantil en el mundo.
El Instituto de la Mujer, en España, afirma que el 22 por ciento de las prostitutas en ese país comenzó antes de los 18 años, mientras que en los Estados Unidos y Canadá se reportan unos 100 000 utilizados en este infame negocio.
Muchas son las causas por las cuales millones de niños y niñas en el mundo no tienen la garantía de sueños felices. Tráfico de sus órganos, drogadicción, secuestros, violencia familiar y escolar, el SIDA, trabajos forzosos, analfabetismo, muertes por enfermedades curables, abandono familiar y por su reclutamiento como soldados. En Cuba es diferente. Aquí cada niño tiene la garantía de que sus fantasías se pueden convertir en realidad.
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