Fiesta cientìfica en Ciego de Avila, Cuba (I Parte)

Por Roberto del Valle Menèndez

  “El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento, porque precisamente es lo que más estamos sembrando; lo que más estamos sembrando son oportunidades a la inteligencia; ya que una parte considerabilísima de nuestro pueblo no tenía acceso a la cultura, ni a la ciencia, una parte mayoritaria de nuestro pueblo.  Era una riqueza de la cual no podía nada esperarse porque no tenían la oportunidad.”( http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/)

Así se pronunció nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro el  15 de enero de 1960 ante los hombres de ciencia  que conformaban la Sociedad Espeleológica de Cuba, en la Academia de Ciencias. Fueron proféticas palabras que comenzaron a  hacerse realidad  a través de una campaña nacional de alfabetización que llegó a todos los cubanos, sin excepción, los cuarteles y centros de tortura se convirtieron en escuelas y comenzaron a nacer importantes instituciones científicas para el bienestar de los cubanos.

Es por todo ello que los científicos avileños tienen más de una razón para sentirse felices, pues este 15 de enero serán la sede del acto central nacional por la efeméride.

Aunque antes de 1976 en el territorio se iniciaron los gérmenes de la labor científica, es a partir de este año, con la división política administrativa que Ciego  de Ávila comienza a tener su propia identidad y proyección en el campo de las ciencias, las que hoy tienen prioridad en la agricultura, las ciencias naturales, las ciencias médicas y sociales.

En estos años se han formado más de 30 000 profesionales en diversas especialidades, que tienen como sustento  la Universidad Máximo Gómez que nació en 1978 como el Instituto Superior Agrícola (ISACA), la Facultad de Ciencias Médicas, el Instituto Superior Pedagógico Manuel Ascunse Domenech,  la Facultad de Cultura Física y  la Universidad de Ciencias Informáticas, donde hoy  se forman miles de estudiantes no solo de Cuba.

A este desarrollo en la infraestructura científica, se le unen, entre otros,  el Centro de Bioplanta, líder nacional en la biotecnología vegetal, esencialmente en lo referente a la piña, el plátano, plantas ornamentales y la caña de azúcar, el Centro  de  Investigaciones  de Bioalimento (CIBA) para el beneficio de  animales,  y la existencia desde 1992 del Polo Científico Territorial que tiene su mérito en vincular las instituciones científicas con las exigencias de las entidades productivas, aunque en este frente hay un reto permanente por su necesaria efectividad.

Una muestra del prestigio de la comunidad científica avileña, es que dispone de más de 4 000 trabajadores vinculados a esta labor , con 119 doctores en Ciencias, 450 master y  1044 brigadas técnicas y juveniles con más de 10 000 afilados, los que junto a la  labor del Forum de Ciencia y Técnica, y de la Asociación de Innovadores y Racionalizadores (ANIR)  a nivel de centros de la producción y de los servicios, conforman un conjunto  de hombres y mujeres que tienen como misión propiciar el desarrollo científico y técnico de la provincia y el país.

En ese propio discurso decía Fidel: “Hoy tienen la satisfacción de saber que hay un gobierno revolucionario que busca la verdad, que necesita de los científicos, que necesita de los investigadores; porque es el minuto en que todas las inteligencias tienen que ponerse a trabajar, en que todos los conocimientos no son suficientes para la obra que se realiza y son necesarios más conocimientos:  y así, el científico, como el artista, tiene hoy el escenario ideal donde su inteligencia y su talento pueden encontrar desarrollo pleno en busca de la verdad y del bien, porque ha entrado la patria por el sendero de la verdad, porque ha entrado la patria por el sendero de la justicia, por el camino donde no se persigue la inteligencia sino que se le estimula y se le premia:  ha entrado la patria por el camino en que es necesario que todos nos pongamos a estudiar y nos pongamos a investigar, por el camino en que, no un grupo selecto, sino la juventud en masa se dedique a investigar”.

(http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1960/esp/f150160e.html

 

A este reclamo han respondido  durante cincuenta años los avileños.