Ni un niño o adolescente cubano (I Parte)
Por Roberto del Valle Menèndez
Esta es la información que se reporta desde Ginebra, el 2 de octubre de 2008:
Un millón de niños en prisión, denuncia ONU
GINEBRA, 2 de octubre.— Alrededor de un millón de niños vive en prisión en todo el mundo, la mayoría de los cuales son miembros de minorías y grupos desprotegidos, denunció hoy la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Navanethem Pillay, en Ginebra, reportó DPA.
Pues ninguno de esos niños o adolescente es cubano gracias a que la Revolución, desde sus inicios, comenzó a hacer realidad la máxima martiana de que Los niños nacen para ser felices. Los cuarteles y centros de represión de la dictadura de Batista se convirtieron en escuelas, hospitales o entidades culturales que abrieron sus puertas a los niños y niñas, blancos, negros, mestizos, ateos o no, humildes, de descendencia campesina, obrera o intelectual, hijos o no de simpatizantes del proceso transformador que se iniciaba en toda Cuba.
Hoy se mantiene esa política, fortalecida en estos cincuenta años de Revolución con la extensión de la educación gratuita y obligatoria, donde se garantiza la continuidad de estudios y la universalización de la enseñanza universitaria está presente en cada municipio y comunidad del país en correspondencia con las necesidades de profesionales de cada territorio.
Pongamos como ejemplo la provincia de Ciego de Ávila, a poco más de 400 kilómetros de Ciudad de la Habana y una población de 420.996 habitantes, donde con una matrícula escolar actual de 99 979 estudiantes desde la Primaria hasta el preuniversitario, su índice de escolarización es el 99.5 por ciento, un logro incuestionable de la educación cubana.
En el sitio digital www.ellitoral.com, aparece el titular Argentina y Cuba, líderes en educación en América Latina, y se puntualiza: La directora del Instituto de Planeamiento de la Educación (Iipe) de Unesco de Argentina, Margarita Poggi, destacó que en el Informe 2008 sobre cumplimiento de metas de enseñanza para 2015, Argentina "ocupa el puesto 27 de 129 países del mundo", mientras que Cuba ocupa el lugar 23°.
En la propia información se reconocen determinados resultados de la educación en Cuba que la ponen en el pelotón de avanzada en el área como “es en la escolarización en la enseñanza primaria, tasas de alfabetización de adultos, de supervivencia a quinto grado, y la paridad e igualdad de género”, mientras que con respecto al nivel superior la tasa de matrìcula bruta en Argentina y Cuba es del 65 por ciento, "comparable a Europa".
A esta realidad se suma que al cierre de 2007 la tasa de mortalidad infantil por cada mil nacidos vivos fue de 5,3, la más baja de América Latina, mientras que en los Estados Unidos, según la UNICEF, organización de las Naciones Unidas para la defensa de los derechos de la infancia, en su Panorama sobre los Estados Unidos, su índice de mortalidad infantil en menores de un año cada mil nacidos vivos fue de 6 en el 2006, mientras que en Cuba, en igual fecha, se reportó 5.3. También en el sitio www.unicef.org se reconoce que en la Isla la incidencia del SIDA en niños y niñas está por debajo del 1 por ciento.
En una información del New York Times del 20 de enero de 2005, firmada por Nicholas D. Kristof, se reconoce que si Estados Unidos tuviese la tasa de mortalidad infantil de Cuba se salvarían 2. 212 niños al año.
Cuba muestra un estado de estabilidad política y social a partir de una estrategia de desarrollo socioeconómico, libre de todo neoliberalismo, y afianzado en un proyecto social socialista, donde la atención a los niños y niñas nunca ha dejado de ser prioridad pese a los avatares de un criminal bloqueo económico, financiero y comercial impuesto desde el Gobierno de los Estados Unidos, que junto a la crisis económica provocada por la desaparición del campos socialista, no han dejado de afectar una realidad y lo sueños de los niños y niñas cubanos. Ningún niño de la Patria de José Martì está en ese reporte de la ONU de un millón de infantes prisioneros. Quién lo duda?
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